jueves, 6 de diciembre de 2007

EL CRISTIANO FRENTE AL PROBLEMA DE LA VIOLENCIA.



A. Un problema en la cotidianidad.

No se edita ningún periódico en este país, y sin duda en los demás del mundo, sin que se incluyan noticias sobre hechos violentos, pues el problema de la violencia acompaña a la historia de la humanidad desde su comienzo y todo perece indicar que es inevitable en el día de hoy, y que es previsible para el futuro.

Chile en la última década ha sufrido las más diversas manifestaciones de violencia, estando presente en fechas conmemoratorias, hechos políticos, demandas gremiales y partidos de fútbol. Cualquier circunstancia termina en violencia, destrozos y gastos, sólo la Municipalidad de Santiago ha llegado a pagar 800 millones anuales en reparaciones por incidentes.

En la cuenta anual del presidente, el 21 de mayo, siempre se producen protestas, tal como ocurren todos los años las pérdidas sólo de locales comerciales llegaron a 25 millones de pesos, más otros 20 millones de propiedad pública.
[1] Los incidentes asociados al fútbol en 2001 hubo 183 detenidos, 13 locales comerciales con daños y un muerto, tras las celebraciones.
En el conflicto indígena más que manifestaciones masivas, la tónica del movimiento mapuche han sido las tomas de terrenos, ocupaciones y los enfrentamientos para recuperar las tierras que consideran les pertenecen, el '99, la violencia se intensificó y se produjeron numerosos incidentes, seis mapuches incendiaron maquinaria de la forestal Mininco y atacaron y golpearon a su operador. El 2001 se registró uno de los incidentes más violentos, ya que los predios fueron atacados con armas y bombas.

En las manifestaciones gremiales la violencia de sus protestas han sido diferente, dependiendo de la naturaleza del gremio y sus demandas, pero hay movilizaciones que terminan con disturbios. Comenzaron en 1996 con tomas de carreteras, ocupación del municipio y huelgas de hambre, marchas a la capital y enfrentamientos con Carabineros. El 1 de mayo reúne a muchos trabajadores en el acto central de la CUT, que de vez en cuando termina en hechos de violencia. La gran novedad fue la protesta de los estudiantes secundarios en el 2001, a raíz del Pase Escolar, que culminó con incidentes y escolares detenidos. En este episodio hubo varias marchas, con más de 7.000 manifestantes y cerca de 150 detenidos.

Como podemos ver hay un determinado estilo de vida que hace uso de la violencia como medio para lograr e imponer sus metas, pero el acudir a la violencia como instrumento para alcanzar un fin no es solo un fenómeno nacional sino mundial. Un estudio realizado por el Centro Internacional de Investigación e Informe para la Paz (CIIIP) sobre la violencia en América Latina tuvo por finalidad construir una medida agregada de violencia que incluyera todas las dimensiones, con un índice sumatorio no ponderado a partir de las nueve dimensiones siguientes: grado de militarización, violencia estructural, institucionalización política, cultura política, violencia étnica, violencia de género, y las tres dimensiones de violencia societal: violencia anómica, violencia de Estado y violencia organizada, de una escala de 0 a 100 construida a partir de puntajes factoriales, Máxima de violencia = 100, Mínima de violencia = 0. El resultado del análisis fue Argentina 35, Bolivia 63, Brasil 60, Colombia 57, Costa Rica 19, Chile 37, Ecuador 56, El Salvador 50, Guatemala 61, Honduras 49, México 44, Nicaragua 48, Panamá 29, Paraguay 42 Perú 56, República Dominicana 40, Uruguay 22,Venezuela 51.
[2]

Esto nos permite observar que en la geografía de la violencia hay zonas más conflictivas y zonas que presentan conflictos mas moderados. Sin embargo la violencia es un problemática extensa y complicada que se puede presentar en cualquier parte del enorme tejido de las relaciones humanas. Por eso, es de sumo interés para las ciencias sociales y humanas estudiarla. La biología, la antropología, la psicología, el psicoanálisis, la sociología, estas se esfuerzan por ilustrarlo desde ángulos distintivos, específicos y complementarios. Sin embargo en el problema de la violencia se encuentra con zonas oscuras que escapan a cualquier análisis científico y en este sentido la única ciencia que tiene el conocimiento para poder explicar el problema de la violencia es la teología, pues es la que reconoce que el problema de la violencia emerge de la naturaleza pecaminosa del hombre Sal 51:5, Sat 4:1.
Por tanto es indiscutible que hoy vivimos en un mundo atiborrado de violencia, y frente a este problema surgen varias interrogantes, ¿Qué se entiende hoy por violencia?, ¿Cuántos tipos de violencia existen?, ¿Cuál es la perspectiva bíblica sobre el problema de la violencia?, ¿Existen situaciones legitimas donde se puede utilizar?, ¿Qué significa la acción no violenta?.

B. Definición de violencia.

La violencia es una acción antagónica al orden o a la disposición de lo natural, la violencia nos tiende a desviar de toda ley como acción contraria al orden moral, jurídico y político.
Los términos violento y violencia se deriva del vocablo latino “vis” que significa “fuerza”, “vigor”, “poder”, y “energía”. (The Oxford Dictionary of English Etymology). Él termino latino sugiere hacer algo con toda su fuerza, es decir con mucha fuerza, sea psicológica o física. Así que la violencia se define como el ejercicio de fuerza para dañar, lastimar o destruir personas y propiedad, y tal daño puede incluir lo psíquico y lo espiritual.
[3]

1. Los tipos de violencia.

La ética Cristiana se ocupa actualmente, de las cuestiones relativas al problema de la violencia, en los últimos años los cristianos han re-posicionado a la violencia como tema de reflexión y aun más pereciera que los planteamientos sobre la violencia hubiesen sufrido un cambio de rumbo.

Un análisis panorámico del escenario contemporáneo nos revela la presencia de una diversidad significativa de tipos de violencia. Violencia colectiva, se origina cuando la sociedad en su totalidad, o grupos representativamente importantes, participan públicamente de ella. Violencia cultural, es ocasionada por un individuo o una colectividad que se reconoce por apelar a la diferencia para desestimar y desconocer los derechos de los otros. La violencia de género, se presenta en estructuras de discriminación que mantienen y exageran las diferencias entre hombres y mujeres. Violencia institucional esta se ejerce desde las instituciones legitimadas para el uso de la fuerza, cuando en su gestión impiden el desarrollo y expresión de las potencialidades de las personas. La violencia bélica esta se identifica por su utilización desde una pretendida legitimidad socio-jurídica, la forma distintiva de esta violencia es la guerra.
Violencia estructural se manifiesta como un poder desigual y pertenece también a la violencia represiva o coactiva. Si antiguamente la violencia directa (conflictos bélicos) emergía, como una violencia visible, otros ejemplos de violencia como la estructural se han mantenidos encubiertas por un considerable tiempo. Por otro lado, en estos días parece más innegable el tipo de violencia que se oculta numerosas veces atrás de la vida laboral y doméstica. La violencia estructural se especifica como secreta por relacionarse con un tipo de violencia de tipo sistémico. No se origina de la acción violenta de una persona sobre otra, sino de la consecuencia de un sistema social que brinda oportunidades disímiles a quienes la constituye.

2. Las causas de la violencia.

Para la sociología los actos violentos son los indicadores de una sociedad violenta, la metodología de la sociología es analizar los hechos de violencia en el contexto social y tratar de explicarlos, el objetivo es el de descubrir sus condicionamientos y dispositivos, considerando la forma y el lugar donde aparece.
Este análisis da por supuesto que nos movemos en un sistema socio-económico en el cual se caracteriza por el individualismo, el hedonismo, la propiedad privada y el consumo, y que las causas de la violencia son múltiples y están interrelacionadas.

a). El elemento humano: hay factores humanos que se relacionan con la violencia. Pablo Deiros dice, desde su nacimiento, el ser humano es potencialmente violento, pero también tiene la capacidad para la actividad creativa y constructiva, la violencia de algunos individuos es el resultado de una perturbación mental y emocional, o una estructura biológica anormal.
[4] Pero se debe aclarar que algunos especialistas, concuerdan que la mayoría de los actos de violencia, son cometidos por personas que no son muy diferentes al resto de la sociedad. Humberto Maturana expresa La agresión y la violencia no son aspectos biológicos del vivir cotidiano humano fundamental(...)[5]

b). La desigualdad económica: entre los hombres y entre los pueblos es una violencia latente que se manifiesta de múltiples maneras en el atraco, en el robo y en todos los delitos contra la propiedad, pero también en el dominio y en la ostentación de los poderosos. Esta desigualdad es por naturaleza permanentemente conflictiva al dividir a la sociedad en clases opuestas generando una lucha de clases, siendo un mecanismo de dominio y deshumanización, pero no siempre de explotación.

c). Los medios de comunicación: se han escrito numerosas investigaciones, sobre las consecuencias de la violencia en los medios de comunicación, en particular la televisión y el cine, y sobre las tendencias de los espectadores a la violencia. Los niños y adolescentes chilenos ven televisión por un promedio de tres a cuatro horas diarias. El discurso televisivo puede ser una influencia en la formación del comportamiento y en el desarrollo de un sistema de valores. Hernán Montenegro dice La televisión comercial, por su parte, se ha transformado en un poderoso instrumento de la sociedad de consumo y se encarga, además de exaltar y glorificar la violencia(...)
[6].Esto no demuestra que la violencia en la televisión sea la única fuente de agresividad o de comportamiento violento, pero es indudablemente un factor colaborador y significativo.

d). Los grupos subversivos: estos utilizan la violencia como único medio para lograr sus fines revolucionarios. Tales movimientos pugnan por todos los medios por interrumpir la ley y el orden institucional atribuyéndose una misión de carácter mesiánico en la sociedad.
[7] Pero la violencia del terrorismo solo genera un efecto reciproco de violencia y no puede garantiza una gobernabilidad pacífica y justa. El criterio moral del terrorismo se basa en el principio de que el fin justifica los medios. Además, el modo de realizarse es particularmente odioso, pues mata a inocentes y destruye bienes.

C. La perspectiva bíblica sobre la violencia.

A pesar de todos los esfuerzos que podemos hacer, la violencia siempre nos sorprende. Al principio de la historia como nos relata la Biblia, la violencia envolvió a dos hermanos justamente en el culto al Dios de la paz, por tanto la historia de la violencia en la Biblia comienza con Caín y Abel Gen. 4:8, este comienzo tiene sus consecuencias y tiene su final.

1. La violencia y el Antiguo Testamento: la violencia ha sido asociada a la destrucción, Juan Carlos Carrasco nos explica: Desde sus primeras apariciones en la Biblia Gn 6:11-13, la palabra “jamas” (Termino hebreo que se traduce como violencia y falsedad), esta asociada a conductas y procesos que finalizan en destrucción.
[8] El Génesis nos instruye como Dios, al advertir que la sociedad de esos días se estaba autodestruyendo a través de seres humanos llenos de pecado y violencia, resuelve preservar a Noe y su familia, librándolo de esas circunstancias. Se debe recordar que Jehová condenaba toda injusticia violenta, el deportar pueblos completos, la de causar muerte en forma premeditada, Am. 1:1-2,8. Por eso la Biblia llama a los seres humanos a dejar la violencia, exhortándonos a no ser violentos Jer 22.3 “Practicad en este lugar la justicia y la rectitud, librad del explotador al oprimido, no humilléis ni maltratéis a los extranjeros, los huérfanos y las viudas. No matéis a gente inocente”.


2. La violencia y el Nuevo testamento: el Mesías que se concebía en un principio como un rey guerrero, se revela en la persona de Jesús, como un rey humilde y pacifico montado sobre un asno. Frente a la violencia, él predica el perdón, y no siete, sino setenta veces siete Mat. 18:22.
[9]. Jesús en su arresto Mat. 26: 52, rechazo la acción de Pedro de utilizar su arma, argumentando que quien empuña la espada muere por ella, esto nos enseña que la violencia desata una lógica interna que termina por destruir al mismo que la ejerce.[10] A Jesús no le intereso el poder político Jn.6: 14. Y fueron los zelotes en su tiempo los que se ocuparon de la lucha por la independencia de su nación en contra de la dominación romana. Jesús tomó distancia con respecto a las ideologías revolucionarias de su época. Sin embargo, los zelotes se sintieron inclinados hacia él, tal fue el caso de Simón el zelote Lc.6: 15; Hech.1: 13. Jesús no estaba de acuerdo con el extremismo y fanatismo zelote. No era su opción la de implantar el reino de Dios por medio de la violencia armada Lc.22: 36-38; Mt.26: 52. Las armas que uso fueron la fe y el amor, esas son las armas del reino de Dios, con ellas se convertirá este mundo incrédulo, que carece de estas virtudes. Este ejemplo lo encontramos en la reflexión de Jesús en el Sermón del Monte con respecto a la ira y el amor a los enemigos Mt.5: 21-22.38-48

D. ¿Existe un uso legitimo de la violencia?.

La reflexión sobre la violencia no puede separarse de la consideración de los medios, de las circunstancias y de los fines, condenar todas las violencias es absurdo o hipócrita, pero al mismo tiempo hacer elogio de ella es criminal
[11]. ¿En que circunstancias le es lícito al cristiano el uso de la violencia?

1. La legitima defensa
Surge una gran cantidad de interrogantes para el mundo cristiano cuando se trata el tema de la violencia y el derecho de defenderse. ¿Es lícita la autoprotección de la vida? ¿No habrá, al ejercerla, una atribución de facultades que corresponden al Estado? ¿No se infringirá él «no matarás» del Decálogo y el mandamiento del amor al prójimo del Nuevo Testamento?.
La Biblia nos enseña que Dios es el único Señor de la vida y de la muerte. El hombre, salvo el caso extremo de la legítima defensa, no puede atentar contra la vida humana. El Antiguo Testamento enuncia de diversas formas esta idea. La vida, tanto la propia como la ajena, es un don de Dios que el hombre tiene él deber de preservar y respetar, sin poder disponer de ella. Dios, ha creado al hombre a su imagen y semejanza (Gen 1, 14), y Dios, quiere que el hombre viva. Por eso protege con la prohibición del homicidio la vida del hombre ( Gn 9, 5-6; Ex 20, 13). Jesús renuncia a la violencia, pero no condena el derecho a la legítima defensa. Las parábolas de Jesús enseñan que uno tomara las precauciones normales para protegerse de los ladrones, y creo que en nuestros días estamos obligados a lo mismo.
[12] La legítima defensa no es una excepción a la prohibición de la muerte del inocente. Se busca conservar la propia vida y no matar, la intención es parar una injusta agresión.
La facultad del individuo a defenderse se presenta como un imperativo de la moral, facultad que el pueblo delega en el sistema administrativo –judicial, pero al fallar éste el derecho reconoce al individuo la facultad de defenderse de la arbitrariedad, presentada bajo la forma de agresión ilegítima. La legítima defensa está consagrada en el artículo 10 del Código Penal referido a las eximentes de responsabilidad. Ésta se presenta en cuatro formas: propia, de parientes, de extraños y privilegiada.
[13] Sin embargo, el cristiano debe dejar en manos de la ley el garantizar la seguridad, para que nuestra sociedad no se transforme en una guerra de todos contra todos, pero teniendo presente que está justificado de tomar todas las medidas de protección en el caso de que no estuviesen disponibles las fuerzas de orden..

2. Para defender la paz y el bien común.
El Estado es un ordenamiento político unitario con un poder coactivo para hacer respetar los derechos de los ciudadanos, y el resguardo de la nación. El Estado cuya instauración ha hecho retroceder el salvajismo, la delincuencia y la justicia sumaria, es el que tiene la responsabilidad de que se mantenga toda norma moral y jurídica. La relación de la iglesia con el Estado ha sido histórica, lo cual ha necesitado de mucha reflexión para mantener una armonía de principios. Tomas de Aquino concebía que la sociedad civil y la política fueron aprobadas por Dios para el bien común(...), que las autoridades deben mantener la paz, deben fomentar las acciones para un bien común(...)
[14]. Pero el problema se origina cuando estos dos derechos no se respetan por circunstancias externas, ¿qué actitud debe asumir un cristiano cuando estos valores son transgredidos por conflictos bélicos?, ¿Debemos participar en la guerra?,¿Debe obedecer el cristiano a las autoridades frente a esta situación?
En la Biblia se señalan muchas batallas en el A.T.. Pero debemos notar que esta orden de Dios solo se dirige para destruir determinados pueblos que la justicia divina no puede tolerar debido a su gran corrupción Det. 20:16-18. Dios se revela en el Nuevo Testamento de otra forma. Ahora es el Príncipe de Paz. Él dice " Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios" Mat. 5: 7 y 9 además dice "Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo" Mat. 5:38-39. Pero también las escrituras nos instruyen que las autoridades administran la justicia con la espada, o sea con la fuerza. Rom 13:4. En el caso de la defensa de su país el cristiano está obligado a participar en ella y los soldados son libres de culpa por cumplir con su deber, porque cuando todo esfuerzo diplomático ha fracasado y se manifiestan actos agresivos de personas u otras naciones, no queda ninguna otra alternativa que participar en la guerra, pero en el caso de agredir a otro país, o a otra persona premeditadamente el cristiano debe negarse a esto y estar dispuesto ha padecer injustamente si es necesario. Existe un límite en la obediencia a las autoridades y es Dios Hechos 4:19. Si la autoridad civil me ordena desobedecer a Dios o infringir su ley entonces ya no tengo el deber de obedecerla.

3. ¿Es la violencia una opción valida en la persecución?

Desde el tan lamentable acontecimiento realizado por un grupo minoritario de evangélicos que se hacen llamar “los valientes de David”, los cuales incineraron una imagen de la virgen Maria en las festividades de la tirana en el norte de Chile, acción que resalta una actitud de intolerancia extrema, se han producido una diversidad de respuestas y comentarios de las diferentes esferas sociales, políticas y religiosas, una de ellas fue emitida por el padre Raúl Hasbun en su columna del Mercurio y dice, Y San Agustín propugnaba, utilicemos las herejías, de modo tal que al constatar sus insidias con la luz de la verdad católica lleguemos hacer mas firme en nuestra fe(...) Saquemos bien del mal, destacando aquello que se esta atacando. Chile es hijo de la Carmelita. (...) He aquí el ADN de Chile plásticamente encarnado en la venerable imagen de nuestra patrona.
[15] Frente ha esto y a otras declaraciones hoy muchos de los cristianos se inquietaban por una supuesta guerra santa, o luces de alguna oposición exagerada. La iglesia durante 250 años fue perseguida por el imperio romano hasta la promulgación del Edicto de Milán en 313. Sin embargo las persecuciones siempre han estado presentes en forma fáctica o ideológica oponiéndose a la iglesia. Jesús anima a sus discípulos ante las persecuciones que vendrán Mat. 5:11-12, pues el mundo persigue a los que no acceden a sus principios. La persecución injusta no debe causar en los hijos del reino ninguna tristeza o ira, antes bien debe ser motivo de gran alegría(...) porque su galardón es grande en los cielos.[16] El cristiano debe rehuir toda ocasión de violencia y actuar siempre que le sea posible como un pacificador, presentando todo motivo de discordia a la cruz, esto demostrara que busca la paz y la sigue. 1º P. 3:11.

E. El camino de la no-violencia

Dos referentes históricos de la no-violencia son Gandhi y Martín Luther King, que se diferencian es sus creencias pero los principios que utilizaron para su causa fueron idénticos. La iglesia no puede caer en el error de confundir no-violencia con anti-violencia, posición que asumieron los teólogos de la liberación los cuales legitimaban la contra-violencia y combatían la violencia institucional. La no-violencia no es el que grita mas fuerte contra la violencia del contrario, sino que la no-violencia es la que rechaza su propia violencia. Esta no se refugia en un espiritualismo pasivo, sino que es una lucha y renuncia a ciertos mecanismos de violentos los cuales son sustituidos por una acción comprometida de buscar el reino de Dios y su justicia, por el amor, que no destruye al hombre sino el mal que hay en él, por promover una reconciliación entre los hombres y del hombre con Dios 2º Cor 5:18-19. El cristiano no puede tener una visión pesimista sobre la marginación de la violencia o utópica que por muchos es asumida de una forma romántica, la posición del cristiano frente a la violencia debe ser realista y reflexiva reconociéndola como una consecuencia del pecado Is. 64:6. El origen de la violencia es la pecaminosidad del hombre. Su manifestación externa, ya sea a través del abuso físico, emocional o verbal, es sólo la convicción de lo que se halla en lo más profundo de su corazón. Jesús dijo que la dificultad no era externa, sino interna Mateo 15:18-19; 12:35).
Debe ser reflexiva para opinar y dar soluciones a las diferentes situaciones de violencia a la que nos enfrentamos, una de ellas es 1). La violencia doméstica, que no respeta, clase social, religión, o cultura, ya que el maltrato del cónyuge no es sólo espantoso por considerarse una violación de los derechos y dignidad de la persona sino que son actos condenados rigurosamente por Dios, por lo cual el apóstol Pablo nos exhorta a mantener una relación basada en el respeto, reconociendo que en el reino de Dios, hombre y mujer son semejantes Gál. 3:28. 2). La violencia en lo laboral, donde sobresale el conflicto patrón-obrero, en que cada sector busca su propio beneficio y no el de la otra parte y en vez de cultivar una gestión de confianza se promueve el antagonismo el cual termina siempre en manifestaciones de violencia sean huelgas o sanciones a los trabajadores. La pregunta que no surge frente a este problema ¿Es necesaria la lucha violenta contra la injusticia social?. Debido a que muchos consideran la no-violencia como ineficaz, algunos consideran válida el utilizar la violencia en contra la injusticia. Instituyo que la lucha violenta será ineludible si finalmente todos nosotros no entendemos la fuerza del amor y del compromiso activo de la no-violencia por la justicia. Hoy los empleados tienen el derecho de organizarse en una forma legalizada pero, no podemos justificar actos de violencia para preservar estos derechos. El cristiano no debe considerar a los patrones y a la clase trabajadora como adversarios. En las relaciones laborales, la justicia es un componente indispensable en la ética cristiana. El individuo es vulnerable, y desde siempre a reaccionado contra el mal con rencor y violencia. Para el discípulo de Cristo no basta que haya una causa justa, sino que es necesario que sea también la causa del amor, del amor justo y de los medios justos, de las expresiones del amor... La no-violencia podrá por tanto definirse como las energías reunidas por el amor (ese amor reflejado en la cruz) y alimentadas por la fe, la esperanza y la misericordia”.
[17]

Por lo tanto cualquier tipo de violencia sea verbal, física o emocional, en el ámbito familiar o laboral no tiene ninguna justificación para el cristiano, el cristiano no debe hacer uso de la violencia para alcanzar sus fines sino que debe recordar las palabras de Jesús que dijo “Bienaventurado los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” Mat. 5:9

Conclusiones.
La ética cristiana a diferencia de la ética tradicional es normativa y prescriptiva, es decir no solo reflexiona los problemas sociales sino que propone soluciones a la luz de la revelación bíblica. Aunque la violencia se ha vuelto universal e intensamente destructora por la ambición de poder, debemos promover el ejemplo de Jesús, el cual no apoyo su reino en la violencia sino en la verdad Lc. 9:51-56, y desestimó a la violencia como medio para hacer valer la justicia Mat. 26:51-52. El cristianismo debe esforzarse por que se propague el mensaje de amor y justicia del Reino de Dios en el mundo y poseer la esperanza que la violencia no tendrá lugar en el reino venidero del Mesías Is. 9:6-7.

[1] Revista “Que Pasa” 31 de Mayo 2002
[2] http.//www.upaz.edu.uy7informe/contenido50.htm
[3] Baher, Dictionary of Etica, Pag. 695
[4] David Fajardo, “Problemas éticos de actualidad” compilador, Pablo Deiros “El problema de la violencia”, Ed. C.B.P., El Paso Texas EE.UU. 1990, Pag. 68
[5] Humberto Maturana, H. Montenegro, C. Méndez, G. Kunstmann, F. Coddou, “Violencia en sus distintos ámbitos de expresión” Cap.4 Biología y violencia, Ed. Dolmen, Santiago de Chile, 1995, Pag.82.
[6] Ídem. ”Cap.1 “Violencia y Medios de comunicación”, Pag. 13
[7] Op. cit. Pablo Deiros, Pág.69.
[8] Juan Carlos Carrasco, “¡O terminamos con la violencia o la violencia termina con nosotros!”, Revista Kairos nº2, Buenos Aires, 2003, Pag.9
[9] Paulo Arns, “La violencia en nuestros días”, Ed. Don Bosco, Argentina, 1983, Pag. 16.
[10] José Ignacio González, “Cristianos en una sociedad violenta”, Cap. 11 “La buena noticia de Jesús ante la mala noticia del mundo”, Pag187, Ed. Sal Térrea España, Pag. 187
[11] Jean-Marie Domenach, “La violencia y sus causas”, Cap.1 “la violencia”, Ed. De la UNESCO, Francia, 1981, Pag. 39.
[12] James Giles, “Bases bíblicas de la ética”, Ed. C.B.P. El Paso Texas EE.UU. 1997, Pag. 202.
[13] La legitima defensa. www.pazciudadana.cl
[14] Op. Cit James Giles, Pag.. 84.
[15] Raúl Hasbun, “El ADN de Chile”, El mercurio, 20-07-003
[16] Pablo Hoff, “S e hizo Hombre” Ed. Difusión Cristiana” Pag. 108
[17] B.Haring, J.Arias, J.M.Gonzalez, “La violencia de los cristianos” Ed. Sigueme, Salamanca1971, Pag.63

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