jueves, 20 de septiembre de 2007

Visión del mundo en la lírica griega del siglo VII


Cambio social y nacimiento de la lírica griega.

Las epopeyas homéricas son los poemas más antiguos que poseemos en el idioma griego. Pero no pueden ser considerados la más antigua poesía griega, ya que, su estructura es demasiado complicada y para algunos muchos de sus rasgos son incompatibles con el retrato del poeta.

El poeta en los orígenes de la cultura griega era considerado, como un profeta inspirado por Dios, la poesía de la época primitiva se compone de formulas mágicas y sentencias de oráculos, de plegarias, de canciones de guerra y observaciones sobre el trabajo. Estos géneros tenían un elemento en común, ser una poesía ritual para el pueblo. Los poetas y cantores eran ajenos a la diferenciación individual, eran anónimos ya que cantaban para la comunidad expresenado ideas y sentimientos comunes a todos. Al iniciarse la edad heroica, la función social de la poesía y la situación social del poeta cambian drásticamente.

La concepción profana de la aristocracia relacionada con la guerra, hace que la poesía salga de su anonimato y pierda su carácter ritual colectivo. Sus canciones son profanas y la leyenda no es más que la glorificación de sus acciones. Si en su sociedad todo se consigue con la fuerza corporal, el valor y la habilidad para ellos todo convirtiéndose en motivo de lucha y objeto de aventura personal.

Con esta evolución la poesía de la edad heroica deja de ser popular y lírica. No tiene ya el cometido de excitar a la lucha sino de entretener a los héroes después de ella, aclamándolos y pregonando sus nombres y eternizando su gloria. Tiene su fin en el afán de gloria de nobleza guerrera, el renombre y el paso a la posteridad.


La poesía homérica no es poesía popular, no es poesía cortesana, era poesía panegírica cortesanas que estaban destinadas a personas entendidas. No puede ser considerada como la poesía individual de un individuo ni como un producto de poesía popular sino como una poesía artística anónima, obra colectiva de elegante poetas cortesanos y literarios eruditos.

La poesía hesiódica en cambio, es más cercana al pueblo, moviéndose en el mundo del campesino. Sus temas son acerca del pueblo oprimido por la nobleza terrateniente. Instalándose como la primera expresión poética de una tensión social, es la primera voz que se levanta a favor de la justicia social y contra la violencia, en este caso el poeta se hace cargo de la educación política convirtiéndose en consejero de la clase oprimida.

Las luchas políticas de los siglos VII y VI, que operaron en el paso de la monarquía a la aristocracia, y el de esta a la democracia, muchas veces con el intermedio de la tiranía, la crisis religiosa con el consiguiente miedo al pecado y la necesidad de expiación, las angustias de la guerra, traídas por la tribus bárbaras invasoras, finalmente las luchas económicas producidas por el paso de la economía natural a la monetaria, todo esto origino una poderosa aceleración de la vida afectiva, como por ejemplo la formación de personalidades enérgicas y conscientes, el individuo superior se separa de la multitud para buscar el logro de sus pensamientos y voluntades, el poeta se negó a desaparecer tras de su asunto, y dejó fluir plenamente en el canto su experiencia intima y personal.

“La lírica toma su puesto junto a la épica, y no es raro ver embrazar la lira al político y al guerrero”[1]. Hacia el año setecientos, cuando las forma de vida campesina se transformaron en formas de vida ciudadana, el estilo arcaico se instala como consecuencia de un comercio floreciente, de ciudades ricas y de afortunadas colonizaciones.

Según Bowra “Las circunstancias que produjeron la poesía épica no podían durar eternamente. Cuando a la era de las monarquías heroicas sucedió la era de las aristocracias mas bien halladas y menos belicosas, la literatura experimento un cambio correspondiente”[2]. El arte arcaico de los siglos VII y VI es el arte de la nobleza, todavía muy rica y dueña del aparato del estado, pero amenazada ya en su predominio político y económico.

Ahora es cuando se sientan los cimientos de la ética de la nobleza, con sus rasgos basados en la cuna, la raza y la tradición, la aptitud corporal y la educación militar. Poetas gnómicos como Solón elegiacos como Teognis, líricos como Pindaro, se dirigen a la nobleza con rigurosas enseñanzas morales, con consejos y advertencias, su poesía es mezcla de sentimientos personales, propaganda política y filosofía moral.


Poesía lírica y Referencias Contextuales

Comprobadamente, los poetas líricos de la época arcaica son los primeros líricos de la poesía occidental. El uso de la palabra lírica para indicar toda la poesía que no es épica ni dramática, es de origen inapropiado.

La palabra implica que la poesía iba acompañada en su canto por la lira o por algún acompañamiento. Con la poesía lírica se principia una nueva forma de exponer el sentir y el pensar. “La subjetividad y la objetividad alcanzan su dialéctico contraste en el “logos” preferido en torno de la realidad que representan, es decir, estamos frente a una poesía eminentemente descriptiva tanto del mundo interior como del exterior, la physis”[3].


Las referencias de esta poesía se remontan al siglo VII a.C. Algunos historiadores del la literatura helénica se remiten a un pasado mas lejano a la época micénica. La lírica griega estuvo acoplada estrechamente a la música, y los instrumentos que acompañaban al canto eran la lira nacional y la flauta venida de Frigia. “En la era arcaica de Grecia, antes de que aparecieran obras filosóficas, la lírica es la forma literaria característica, como lo fue la épica para la edad anterior, y en gran medida lo será la tragedia en el comienzo de la edad clásica”[4].

Originalmente la palabra se usaba en plural para indicar los miembros en cuanto sede de la fuerza corpórea, en singular sugiere a frase, trozo canción, melodía y poesía lírica[5]. Por lo tanto a partir de todo lo antes dicho, la poesía lírica aparece estrechamente enlazada al canto, la danza y a la composición escrita.

Los géneros capitales de la lírica son, elegía, “La palabra elegos es probablemente, extranjera y significa caña, así la elegía debió ser, en su principio, la canción entonada al son del silbato de caña, o sea la flauta”[6],era probablemente en su origen una poesía fúnebre, con acompañamiento de flauta.

En segundo lugar la poesía yámbica, el yambo y su contraposición el troqueo, son los ritmos que mas se acercan a la ordinaria manera de hablar, “sin fundamento se pretende derivar la palabra de iaptein “lanzar” como para indicar el carácter agresivo e injurioso de esta forma de poesía, al cual se hace también alusión en la leyenda de la esclava Yambe. Es una poesía de carácter satírico y con frecuencia agresivo, zahiriente”[7].

En tercer lugar la poesía mélica, el aria entonada al son de la lira, se distinguía de la elegía y del yambo, primero por su disposición, que era generalmente estrofica, y en cuanto al contenido, por la carencia de todo intento didáctica y moral.

“Esta lírica incorporó, así mismo, contenidos o aspectos tan variados como variados son los acontecimientos que experiencia cada hombre: el amor, el odio, la celebración en banquetes sociales, el mito incorporado a la celebración religiosa, la descripción de la naturaleza, las lamentaciones fúnebres, la reverencia y el temor ante los dioses, sátira contra la vanalidad humana y contra las mujeres, placer y juventud que hacen de esta poesía una lírica seductora, donde hablante lírico y destinatario se identifican plenamente en la circunstancialidad de los mensajes”[8].

Dioses, individuo, vida y muerte en la lírica griega.

La lírica griega nace en el culto y es una parte del culto. Se nos presentan dos tipos de lírica griega, una es la que celebra a los dioses y pide su venida o su ayuda, y la otra es la que se dirige a los hombres, elogiándoles, induciéndoles, entregándoles enseñanza.” La lírica no trata, pues, de describir hechos del pasado para conocimientos y edificación de los ciudadanos presentes en la fiesta, como era en el caso de la épica.

Trata de conseguir de los dioses efectos favorables para la ciudad, para los participantes de la fiesta, para el propio poeta. No puede hacerlo sin dejar bien en claro quien es el dios, quien es el hombre que necesita ayuda”[9]. Todos estos géneros de lírica están consagrados a engrandecer al dios como también a implorar su ayuda, o demostrarle gratitud, revelar la grandeza del héroe por su conexión con él o colocar el amor y la muerte a la luz de la autoridad de los dioses.
“En el elogio del dios está, más que en otra cosa en la descripción de su poder. Los dioses son definidos por sus mitos y por sus esferas de poder: cosas, en definitiva, coincidentes. Los mitos son varios y multiformes porque proceden de cultos y ciudades diferentes(..) El resumen es que los dioses son poderosos y que en su ascendencia divina se debe la excelencia de los héroes”[10].Los dioses son un referente para los hombres a un nivel superior, y son los autores del éxito o del fracaso de los hombres en la cotidianidad de la vida.

“La nueva estructuración del estado, sobre la base común del derecho para todos, creo un nuevo tipo de hombre, el ciudadano, e hizo de la acuñación de una norma universalmente valida para la vida ciudadana la necesidad más apremiante para la nueva comunidad”[11]. El desplazamiento de la lírica hacia lo personal, lo no religioso, la pura expresión del sentimiento es un fenómeno que solo en medida reducida tuvo lugar durante la época de la lírica griega arcaica, del siglo VII hasta a mediados del siglo V. ”Esta intimidad personal se manifestó abiertamente en la dinámica de la voluntad de vivir, que consistió en que los poetas expresaron por primera vez, en nombre propio, sus propios sentimientos y opiniones”[12].

El yo se halla para el mundo griego, en intima conexión con la totalidad del mundo, con la naturaleza y con la humanidad, no separada e incomunicada. “El individuo griego alcanza su libertad y la amplitud de movimientos de sus conciencia, no mediante el simple desbordamiento de la subjetividad, sino mediante su propia objetivación espiritual. Y en la medida en que se contrapone a un mundo exterior, regidos por leyes propias, descubre sus propias leyes internas”[13].
Arquíloco era un jonio de la marmórea isla de paros, fue hijo bastardo de un padre noble y de una esclava tracia llevo una vida aventurara como guerrero libre y como mercenario. La lucha era su elemento, ya fuera con la lanza, ya con el verso. Lo que la clase aristocrática consideraba como una tradición inconmovible suscitaba su oposición, y la tradición carecía para él de significado cuando creía ver en ella algo ilusorio.

FRAGMENTOS:
1. Arquíloco se vuelve contra el ideal heroico-homérico.
Algún sayo con mi escudo se ufana, irreprochable arma
que sin querer junto a una mata arrojé.
Mas la vida he salvado. ¿Qué me importa el escudo?
Váyase enhoramala; ya tendré otro y no peor.

2. El hombre no puede hacer nada frente al destino y los dioses.
Pues ni llorando remediaré nada ni empeoraré
nada dándome al placer y al regocijo.
Los críticos han opinado que estos versos marcan la separación abrupta entre la poesía épica y la lírica. “Con frecuencia lo que a primera vista aparece como una opinión puramente objetiva de Arquíloco, no es sino una manifestación de un cambio general en la concepción de lo decente y de lo decoroso y una rebelión en este caso justificada, contra los dioses aceptados por la opinión publica y contra la fuerza de la tradición”[14].

Semonides de Amorgos vivio a mediados del siglo VII a.C. siendo por tanto contemporáneo de Arquíloco. “sus versos lo revelan como hombre pesimista y sombrío conciente de la fragilidad de la humana existencia, temeroso de la vejez y despreciador de la juventud”[15]. Los poetas líricos observan profundamente la misteriosa y corruptible metamorfosis de la vida

[1] Nestle Wilhelm, “Historia de la literatura griega”, ed. Labor, España, 1994, Pág. 62.
[2] Bowra Maurice, “Historia de la literatura griega” ed. F.C.E., México 2201, Pág. 39.
[3] García Héctor, “Poesía Lírica Griega Arcaica del siglo VII a.c. Antologías de fragmentos”Universidad de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades, Santiago 1998, Pág. 14.
[4] Frankel, Herman. “Poesía y Filosofía de la Grecia arcaica”ed. Visor, Madrid, 1993, Pág. 137.


[5] Op, cit, García, Pág. 16 El verbo melizo, acuñado sobre la base de mélos, significaba: a) desmembrar, poner en piezas ( en Sebastián “hacer pedazos” ), b) cantar (cantar en verso, celebrar )7 . La raíz mel- creó una serie de palabras tanto en la lengua griega como en los idiomas célticos con la noción de articulación, de “ajustar”, “adaptar unidamente a”, con lo cual, en sentido estrictamente musical, generó palabras tales como el adjetivo éemmelh~ "armonioso", "bien proporcionado", o bien eumelh~ "melodioso" y de hecho con el adjetivo melko~ se designaba lo "musical" lo "lírico". En griego el verbo méelpw significa cantar, danzar, celebrar con cantos y bailes, cantar bailando. El sustantivo méelph alude al canto mezclado con la danza y Melpomenh (propiamente “la cantante”) era la Musa del canto, de la tragedia. Además con el término melpoio~ se designaba al poeta lírico propiamente tal, y con el mismo sentido otro sustantivo, melodo~, y la creación de este poeta era la melwdia. Este es, precisamente, el origen de nuestra palabra “melodía”, aunque en la actualidad la remitamos, casi exclusivamente, al ámbito de la música.
[6]Op. Cit, Nestle Pág. 62.
[7] Cataudella Quintito, “Historia de la literatura griega”, ed. Iberia, España, 1967, Pág. 48.
[8] Op. cit, García Héctor, Pág. 19-20
[9] Rodríguez Adrados Francisco, “El mundo de la lírica griega antigua”, ed. Alianza, Madrid, 1981, Pág.61.
[10] Ibidem, Pág. 64.
[11] Jaeger Werner, “Paideia, los ideales de la cultura griega”, ed. F.C.E. México, 2006, Pag.117.
[12] op. cit, García Héctor, Pág. 22
[13] op. cit, Jeager Werner, Pág. 119.
[14] Ibidem, Pág. 121.
[15] Bonifaz Rubén , “Antología de la lírica griega”ed. UNAM, México 1988, Pág. 97.